
Kazi Mannan, el propietario de Sakina Halal Grill consideró cerrar su establecimiento luego de varias dificultades a causa del COVID-19. Sin embargo, miles ayudaron que el restaurante saliera a flote.
Desde que se mudó de Pakistán a los Estados Unidos, Mannan soñaba con aportar su granito de arena a los más necesitados. De este modo, en 2013, abrió su restaurante en Washington DC, que además de atender a su clientela sirve comida a las personas sin hogar.
Por su ubicación cercana a hoteles y oficinas, el establecimiento gozaba de gran éxito. Sin embargo, desde inicios de la pandemia, sus clientes dejaron de ir.
Mannan pensó que todo estaba perdido, pero junto a su equipo creó una convocatoria en GoFundMe.com para salvar su negocio. La meta era obtener $250,000 pero en una semana recibieron $300,000 en donaciones.
El propietario habló en una entrevista en el portal Today.com y agradeció a quienes cooperaron.
Igualmente, servirá a sus clientes y a todo aquel que necesite un plato de comida.