
Por: Dr. Nicolás M. Pérez Maldonado
Sabemos que la esclerosis múltiple (EM) es una condición asociada a una disfunción inmunológica que afecta predominantemente el sistema nervioso central. Es un defecto de la regulación normal del sistema inmune y de la capacidad de éste en reconocer y respetar el tejido o componentes del tejido-específicamente en este sistema- y dicha falla desencadena un proceso inflamatorio inadecuado que tiene como resultado un daño localizado en diferentes áreas y en diferentes tiempos, afectando específicamente el componente llamado mielina. Este compuesto es producido por células específicas llamadas oligodendrocitos y que tienen como función cubrir- en forma semejante a una especie de vainas- fibras nerviosas llamadas axones. Dichas fibras y su cubierta de mielina son responsables de la transmisión de información a través del cerebro, el cordón espinal y los nervios que controlan todas las funciones de nuestro organismo. La esclerosis múltiple afecta el sistema nervioso central. Las anormalidades específicas que causan esta disfunción inmunológica no son totalmente comprendidas, pero sabemos que se trata de una interacción anormal de componentes genéticos y ambientales que exhiben una gran variabilidad en la expresión de síntomas, déficits, progreso clínico y respuesta a medicamentos.
Actualmente se reconocen 5 presentaciones clínicas de la EM:
- El síndrome radiológico aislado, en el cual, el paciente no presenta síntomas y se descubren incidentalmente lesiones con características “demielizantes” en una resonancia magnética de cerebro o cordón espinal no esperadas ni relacionadas con las razones de ordenar los estudios.
- Síndrome clínico aislado, en el cual, el paciente presenta síntomas y signos neurológicos anormales, que localizan una lesión en un área anatómica específica en el sistema nervioso central.
- Presentación primariamente progresiva, en el cual se establece, desde su inicio, un patrón progresivo con o sin períodos de recurrencia y remisiones.
- La presentación de recurrencias y remisiones, que constituye más del 80% de las presentaciones de EM. Ocurren eventos clínicos con síntomas y signos neurológicos anormales, que progresan en horas y empeoran en más de 24 horas llegando a severidad máxima en días y por lo general en menos de dos semanas. La recuperación progresa a un estado de remisión, con una casi completa recuperación o, muy frecuentemente, con daño neurológico residual y es eventualmente acumulativo.
- Etapa secundaria progresiva, durante la cual progresa a lo largo de los años- mas de 20 años- en una proporción significativa de pacientes.
La meta de todo tratamiento es el diagnóstico y tratamiento temprano, lo cual reduce la incapacidad física y mental, y el progreso de la condición a un mínimo no detectable.
El autor es neurólogo certificado por la Junta Examinadora Certificada en Esclerosis Múltiple (Board Certified Neurologist Multiple Sclerosis Certified Specialist) por el CMSC de Estados Unidos.