
La Real Academia Española (RAE) reafirmó su postura de rechazo al lenguaje inclusivo mediante una respuesta a la pregunta de un usuario en Twitter. Un hombre, llamado Claudio Ruiz, preguntó a través de la red social: “Hola, RAE informa, tengo una duda: este famoso lenguaje inclusivo, ¿Es una jerigonza o un galimatías?”. La RAE consideró que el masculino gramatical “está firmemente asentado” y “no supone discriminación sexista alguna”.
“Lo que comúnmente se ha dado en llamar ‘lenguaje inclusivo’ es un conjunto de estrategias que tienen por objeto evitar el uso genérico del masculino gramatical, mecanismo firmemente asentado en la lengua y que no supone discriminación sexista alguna”, expresó la entidad.
Durante varios años, sectores feministas han abogado por la implementación de una nueva modalidad en el lenguaje que propicie la inclusión, reemplazando la o por la e en palabras como todos (todes) o nosotros (nosotres). A esta propuesta, la RAE se ha manifestado en contra en diversas ocasiones.
#RAEconsultas Lo que comúnmente se ha dado en llamar «lenguaje inclusivo» es un conjunto de estrategias que tienen por objeto evitar el uso genérico del masculino gram., mecanismo firmemente asentado en la lengua y que no supone discriminación sexista alguna.
— RAE (@RAEinforma) October 7, 2021
“El uso de la letra ‘e’ como supuesta marca de género inclusivo es ajeno a la morfología del español, además de innecesario, pues el masculino gramatical (‘chicos’) ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género”, expresó la entidad el 14 de diciembre de 2020. La postura de la RAE también había sido plasmada en enero de 2020 cuando existió una intención de modificar el texto de la Constitución de España e incorporar el lenguaje inclusivo.
“El lenguaje utilizado en la Constitución es claro e inteligible y, a pesar del tiempo transcurrido desde la redacción del texto, no plantea en la actualidad problemas serios de interpretación literal. No hay, pues, razones gramaticales ni de inteligibilidad semántica que obliguen a modificar su redacción”, había indicado entonces. A pesar de la resistencia de la RAE, en tiempos recientes el lenguaje inclusivo ha ido ganado terreno poco a poco en espacios educativos, donde es aceptado su uso en clases y documentación.