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Podemos decir que la mayoría de nosotros piensa que cuando se llega a la Tercera Edad es cuando termina la vida laboral, entre los 65 y 70 años. En este momento de la vida, incluso teniendo una buena salud, las necesidades y requerimiento nutricionales son diferentes. El cuerpo ha sufrido los cambios propios del paso del tiempo con el consiguiente envejecimiento de nuestros órganos, lo que se traduce en unos hábitos alimentarios específicos.
El metabolismo de las personas mayores es menos activo que en la juventud, por lo no se queman las mismas calorías a igual cantidad de comida. Sin embargo, tampoco es necesario consumir las mismas calorías para mantenerse activo que en décadas anteriores.
Uno de los cambios más significativos que se refleja ya en la década de los 50 es la pierda de masa muscular, atado a cambios en nivel hormonal y orgánico del cuerpo humano. . Este es un hecho que debe tenerse en cuenta, ya que al perder músculo se pierde parte de la protección de articulaciones y huesos. Esta pérdida de masa muscular debe compensarse con un buen aporte proteico. Podemos decir que este grupo de alimento aporta una buena fuente de proteína, entre ellas :
– Carnes blancas: pollo, pavo, conejo
– Pescados
– Mariscos
– Huevos
– Leche y derivados lácteos desnatados y bajos en grasas
– Legumbres y semillas
Para este grupo de personas de la tercera edad, cuando la ingesta de proteínas disminuye debido a condición de salud, es cuando recomendamos se le añada al plan de alimentación un suplemento de batida nutricional para alcanzar los requerimientos calóricos y proteicos que se necesitan.
Hay que considerar, que debido al proceso natural de envejecimiento, el hígado no es capaz de metabolizar al 100% las grasas, por lo que se deben controlar los niveles de colesterol y triglicéridos para evitar posibles incidentes cerebro y cardiovasculares. Esto se traduce en limitar el consumo de grasas saturadas. Entre los alimentos ricos en grasas saturadas podemos encontrar:
– Mantequilla, nata, helados
– Carne de vaca, cerdo, cordero
– Moluscos
– Casquería
– Embutidos grasos
– Alimentos ultraprocesados
– Postres
En la tercera edad los huesos tienen a descalcificarse, con el consiguiente riesgo de roturas. Debemos incrementar el consumo de alimentos ricos en calcio y alimentos que ayuden a fijar ese calcio aportando la vitamina D y que fortalezcan nuestros cartílagos. Entre estos alimentos ricos en calcio podemos mencionar:
– Lácteos desnatados
– Verduras verdes: brócoli, espinacas, acelgas, alcachofas
– Huevos
– Pescados azules
– Frutos secos: almendra,nuez
La calidad y cantidad de sueño es otra de los aspectos fundamentales para una buena salud que se ve mercada en la edad de oro. Para ayudar a mejorar la calidad de sueño podemos:
– Reducir o eliminar el consumo de café, té y refrescos de cola
– Sustituir por café descafeinado y optar por infusiones sin estimulantes
Si a esta alimentación adecuada, se une una actividad física cardiovascular moderada pero constante, se podrá afrontar la tercera edad o mejor conocida como la EDAD DE ORO con una actitud positiva, y esta calidad de vida nos dará una buena cantidad de vida.
Lic. Liza Díaz LND
NUTRICIONISTA – DIETISTA
OFICINA
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REPARTO METROPOLITANO
SAN JUAN 00923
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