
María Eugenia Mulero considera que la empatía es clave para el cuidado de sus pacientes
Para la doctora María Eugenia Mulero Morales, de 32 años, ver la mejoría del estado de salud de sus pacientes en el Centro Médico Episcopal San Lucas representa un impacto positivo que se recompensa “con una sonrisa de agradecimiento”.
“La mayor satisfacción que tengo al atender a mis pacientes es ver el cambio de comportamiento después de recibir nuestro cuidado médico y conllevar aquel procedimiento que le brinda alivio a su condición. No existe mejor recompensa que sanar a un paciente de su enfermedad y ser recibida con una sonrisa de agradecimiento”, manifestó la doctora.
A través de su carrera, Mulero Morales ha comprendido que la clave para desarrollar la vocación ha sido la capacidad de identificarse con el otro, lo que le ha dado la oportunidad de adquirir más conocimiento y brindar el mejor tratamiento.
“Una vocación como la nuestra requiere tener empatía porque es de ahí que salen nuestras fuerzas para luchar cada día por la salud de ellos. Es por esa empatía que adquirimos más conocimiento, para tratarlos según las últimas guías de tratamientos; luchamos contra adversidades para ofrecerle el mejor tratamiento; le dedicamos arduas horas de entrenamiento y trabajo para ser el profesional que nuestros pacientes se merecen”, aseguró Mulero.
Para la galena, cada “experiencia, cada paciente, trae consigo una nueva lección” que apoya indispensablemente a su carrera profesional. El Centro Médico Episcopal San Lucas ha sido parte de este propósito humanizador.
“El Centro Médico Episcopal San Lucas ha contribuido grandemente en mi crecimiento como profesional brindando un ambiente educativo para completar mi residencia en Cirugía General. Además, me permite crecer junto a residentes de varias especialidades para así desarrollar destrezas y manejos multidisciplinarios”, expresó la doctora, quien hoy día cuenta con la dicha de ser una PGY III.
Luego de superar múltiples obstáculos por ser mujer, Mulero señala que la perseverancia es la llave para derribar los estereotipos de género existentes y estar cada vez más cerca a obtener su título de cirujana.
“Como mujer que decidió perseguir una carrera quirúrgica, desafortunadamente, llegué a recibir varios comentarios negativos y desalentadores. Sin embargo, fui perseverante y voy en camino a ser cirujana. Me da mucho orgullo formar parte de una profesión en la cual la mujer estadísticamente compone tan solo un 11% en Puerto Rico (2019)”, señaló.
“El éxito existirá si logramos servir de ejemplo para todas y que cualquier mujer se vea en una posición similar. Nunca debe rendirse”, agregó.
Mis felicitaciones me regocijo mucho en saber de todos tus logros gracias a Dios y será una excelente cirujana. Sé que Dios va a superar tus expectativas como solo Él sabe hacerlo. Que te siga bendiciendo.